CORTINAS EN HOSTELERÍA
Cortinas en hostelería.
La primera impresión es la que cuenta.
Las cortinas en hostelería, son un elemento mucho más importante de lo que se cree, hoy vamos a dedicar un poco de tiempo para reflexionar sobre el tema y para que analizar si merece la pena o no, cuidar este aspecto en su establecimiento.
Siempre se ha dicho que la primera impresión es la que cuenta. ¿Ha entrado alguna vez en una habitación sin lámpara?, con la típica bombilla colgando de un casquillo negro. Por muy bien amueblada que tenga la habitación, por muy bien vestidas que tenga las camas, mientras esté la bombilla colgado del techo, la habitación está sin acabar.
Ahora haga Vd. una prueba, entre en la misma habitación, ya con su lámpara y todo, y quite las cortinas. ¿Cuál es el efecto?, la habitación está desnuda. Si esa habitación fuera de su casa rural o establecimiento de hostelería, ni se le ocurriría enseñársela a un cliente.
En efecto las cortinas son una parte esencial en la decoración de cualquier habitación. Las cortinas son capaces por si solas de cambiar la inspiración de un dormitorio, o de un salón. Además es lo primero que se ve al entrar a una habitación, porque la vista se va a donde hay más luz, a la ventana. Son una parte fundamental de esa primera impresión que en su cliente va a causar su establecimiento. Y, muy importante, la primera impresión sólo se puede causar una vez.
A partir de aquí vamos a analizar qué tipo de cortinas vamos a poner en nuestro establecimiento. Ya se han ido los albañiles, carpinteros, electricistas, pintores…. Ya hemos puesto los muebles, la tele, sofás y todos los elementos imprescindibles para poder habitar su establecimiento. Y resulta que ahora viene lo más difícil, los detalles, los pequeños detalles. Los cuadros, las lámparas, un centro para la mesa, algún adorno para la estantería, ¿que está vacía? Ese rincón de la entrada que se ve pobre y por supuesto…¡ las cortinas! Son detalles que por sí solos no parecen importantes, pero que visto en su conjunto van a reflejar su personalidad en su establecimiento. Poner cuidado en lo pequeños detalles nos trasmite la impresión de que se cuida todo al detalle, incluso lo importante.
Cuando llegamos al momento de los pequeños detalles ya estamos casados de gastar dinero y tendemos a dar poca importancia a una cosa tan importante como las cortinas. Son los pequeños detalles lo que nos marcan en la primera impresión, nadie se fija en la calidad de una puerta o del colchón cuando entra a un hotel, lo que le entra por los ojos es el conjunto, y como ya dije antes, las cortinas son imprescindibles en ese conjunto, el hecho de ver unas cortinas «barateras», con confección estandar, arrastrado por el suelo, sin ninguna gracia en la caída, colgada de una barra arqueada y finucha, nos va a dar una primera impresión, quizá equivocada, del tipo de establecimiento en que nos encontramos. Lo demás viene luego, mira que baño más bonito, que limpio está todo, estas sillas que cómodas son… Pero la primera impresión sólo se causa una vez.
Por otro lado, en un establecimiento hostelero no se cuidan las cosas igual que en casa, eso es un hecho cierto, y sentimos la tentación de poner unas cortinas «de bolsa», colgarlas de cualquier manera pensando que lo importante es que la cama sea cómoda. ¡Error!, adiós a la primera buena impresión.
El truco está en encontrar el equilibrio, salvo que nuestro establecimiento sea de súper lujo, en cuyo caso las cortinas tienen que acompañar y ayudar a dar la impresión de gran categoría de nuestro establecimiento. Lo mejor es, como casi siempre el término medio. Mirad, lo más importante de una cortina no es tanto la tela que escojamos, cómo su confección e instalación. Una Cortina bien elegida, acorde con la personalidad que queremos dar a nuestra habitación, bien confeccionada a tablas y con vuelo suficiente, instalada justo en sitio, hasta del riel más sencillo, nos va a dar una buena impresión cuando miremos a las ventanas.
Tampoco hay que escoger la cortina más cara del mercado, hoy en día hay cortinas para todos los presupuestos. Es increíble lo que en una cortina baratita hace una buena confección y al contrario por cara que sea la tela que escojamos, si la ponemos cuatro trabas, y la dejamos sin vuelo, nos la vamos a cargar.
En todo caso y para terminar, lo mejor es recurrir a un establecimiento especializado, donde le vamos a ayudar a elegir entre las diferentes opciones, aquellas que mejor se adapta su establecimiento y a su presupuesto.
Javier Castaño
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